Extraer el iris o no. Pablo Martín, de 18 años, no enterró este dilema en el pasado diciembre, cuando tuvo la oportunidad de fijar su ojo derecho en una esfera metálica de aspecto futurista y del tamaño de un balón de fútbol. “No se mueva ni parpadee. espero que se iluminen condujo”, le dijo un joven con camiseta negra que lo esperaba en un centro comercial de Madrid. De repente una luz blanca tituló: “Listo, sigue adelante Identidad global y en 24 horas recibirás la moneda que has acumulado en este tiempo”. Martín miró desconcertado su celular, en la pantalla flotante había un traslador que le garantizaba “prueba de humanidad”.
-¿Es?
—Para que puedas demostrar que es un humano real.
Martín es una de las alrededor de 400.000 personas en España que escapan del iris en una Pelota -la esfera- de Worldcoin, la empresa fundada por Sam Altman (también responsable de Open AI), que pide a las criptomonedas cambiar la fotografía ocular. Al principio, hace unos meses, la empresa estaba perdida porque el valor de las monedas que vendía había desaparecido, incluido el euro. Pero el hecho de que los explosivos sufrieran su ritmo de la noche a la mañana a mediados de febrero lo cambió todo. Arrepentidos, miles de personas se agolparon en los centros comerciales y hicieron cola durante varias horas para reclamar los 80 euros que tenían para sobrevivir entonces. La crisis duró 20 días: a principios de marzo, la Agenda Española de Protección de Datos (AEPD) anunció las operaciones de Worldcoin en España. La entidad quería saber cómo estaba tratando esa información biométrica que tiene tanto sentido para la empresa estatal. De momento la medida es cautelar.
Este era un mercado que se alimentaba del entusiasmo, la incógnita o la necesidad, como en el caso de Daniel Guerrero, un venezolano de 36 años que espera que le aprueben su asilo humanitario: “Con la hoja blanca que te da la policía no puedes trabajar 6 meses, tienes que ver cómo sobrevivir este tiempo para sustentarte». Worldcoin afirma que cada ser humano posee un pasaporte digital —el Identidad global— eso lo distingue de ellos bot que, impulsado por inteligencia artificial, tenía como tarea crear música, dibujar imágenes o comentar en foros de Internet. La única forma de lograrlo, argumenta la empresa, es ganar este pasaje con la parte humana más exclusiva de todas: el iris.
Esto es lo que conoció Pedro Durán en un centro comercial de Valencia, donde se topó con la órbita de Worldcoin. Este joven de 26 años creía que equipar la esfera y hablar de «prueba de humanidad» no conseguirían nada. Aunque al principio reconocí las monedas que la aplicación repartía todos los días, al ver que su valor de escape no variaba dejé la plataforma en espera.
Todo cambió el 12 de febrero. Ese día el precio de la criptomoneda saltó inmediatamente, pasando de dos a seis euros en una semana. En Madrid, Martín saltó de su sofá cuando vulneró los datos de su teléfono móvil: en goles había acumulado alrededor de 100 euros en worldcoins; en el caso de Durán fueron 400. “Le pedí a un amigo que lo invitara. No lo podía creer”, recuerda Martín.
El 19 de febrero la criptomoneda alcanzó los 7,5 euros y seis días después de cargar los ojos. Durante esta semana, al registrarse en la aplicación, cada usuario recibirá 10 dinero, más ocho, a cambio de invitar a una persona más. la noticia de dinero gratis Corrió como el polvo de las redes sociales: en los 30 centros comerciales por donde pudo escaparse Iris se triplicaron los escaneos, relacionados con Elisa, que trabajaba como verificadora en una galería de Murcia y prefirió no compartir su nombre real.
Worldcoin España reforzó la planta y permitió horas extra para responder a la pregunta, recordemos que lleva 30 años en funcionamiento. “La gente vino con sus padres, padres, padres, hijos e hijos. Fue un no parar todos los días. Algunas familias incluso acompañaron a sus hijos menores y me pidieron que les ahuyentara el iris, algo que está prohibido», recuerda. En una menor de Madrid, un empleado de Worldcoin trabajó durante esos días 731 euros, tras haber denunciado a su madre.
“El precio es seguir el sufrimiento”, proclamó en aquellos días el youtubers El valenciano José Abenza, más conocido como Joos Crypto, aseguró que la gente que acudía a los centros comerciales estaba impulsada por el FOMO (las siglas de ir a la playa, en inglés), y, en pocas palabras, el miedo a perdiendo el nuevo tren. Este inversor, con más de unos años de experiencia en el mundo de las criptomonedas, se ha ganado el rápido auge de la criptomoneda con el anuncio de Sora —un programa de inteligencia artificial que genera vídeos— impulsado por Open AI. “La gente se comprometió a comprar worldcoins en plataformas de intercambio porque pensaban que de alguna manera estaban invitando a la empresa, aunque de momento no tengan nada que ver”, detalla ahora en conversación con EL PAÍS.
Recibir monedas del mundo fue un trampolín para Durán y Martín hacia el mundo de las criptomonedas. El primero, que fue detenido en Valencia, se vio obligado a estudiar economía de las monedas virtuales durante una hora al día porque quería «diversificar su tarjeta». El segundo, en el punto de oposición al ejército, también se centró en Ronin, un uniforme digital que en un año valdría cuatro euros.
Un caso similar es el de Antonio Lledó, 45 años, que siempre ha intentado revertir la tecnología y encontró en Worldcoin una oportunidad. “Saber que OpenAI está detrás de este proyecto es para mí una buena tarjeta de presentación”, me dijo este diseñador gráfico valenciano, que en febrero compró más de 220 sueldos, o 1.700 euros, que en esas semanas se convirtieron en 3.000.
El 29 de febrero, aproximadamente 400.000 ciudadanos huyeron a España. Sumando los 37 países donde opera Worldcoin, la cifra ascenderá a 4 millones, según datos de la empresa. La agencia Reuters informó que en la misma fecha el volumen total de monedas en circulación equivalía aproximadamente a 600 millones de euros, cinco veces la inversión inicial que hizo Worldcoin para poner en marcha el proyecto.
El iris es el dato biométrico más preciado. Es un tipo de información que permite reconocer a una persona con un impecable nivel de confianza y forma sostenida en el tiempo. “Puedes utilizarlo para identificarte a mano en lo que quieras”, aconseja Borja Adsuara, experto en derecho digital y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, que no aconseja a los usuarios que renuncien a este tipo de información. “Mirando la vista y cómo se dilata la pupila se puede saber qué le gusta a alguien, qué le gusta, qué le interesa y qué características cognitivas tiene, cómo funciona la enfermedad de Parkinson”, apunta a EL PAÍS Carissa Véliz, profesora de Filosofía en la Universidad de Oxford y autor del libro. La privacidad es poderosa.
Furia peninsular
La euforia tenía los días contados. El 6 de marzo la AEPD dio un golpe de autoridad sobre la mesa. La entidad ha recibido al menos 13 denuncias alegando insuficiencia de información y menor recogida de datos, por este motivo Herramientas para la humanidad, la empresa detrás de los orbes, tiene operaciones en España. La moneda mundial se disparó rápidamente un 10%, pero la búsqueda de estas monedas no se produjo, sino que sólo pasó de los centros comerciales a las redes sociales.
“Compro dinero y pago Bizum. Todo presencial y confiable”, se pueden leer las publicaciones que aparecen en cascada en Facebook. También ofrecieron ofrecer artículos personales por entre 40 y 100 euros. Aunque en la mayoría de los casos tiene escondido algún juego. “Vendes tu cuenta y cuando tienes dinero cambias de cuenta”, explica un usuario de Telegram. “Este es un miembro del personal, sacadlo del grupo”, anuncio en la plataforma de mensajería. Y así aparecieron personas que prometían multiplicar tus ganancias si introducían un código. “Esperamos que la gente recoja y envíe sin saber sus monedas a otros alojamientos virtuales”, asegura Martín, que encontrará dos de sus worldcoins.
Otros estaban dispuestos a continuar la fiesta por más tiempo. En algunas comunidades se podía leer: “Si viajas a Portugal donde también podrás escanear el iris”. Frank Gómez, taxista afincado en Braga, al otro lado del frente, sabe que ha subido un autobús lleno desde Salamanca hacia la capital portuguesa y que hay personas que han viajado las últimas horas separando Gibraltar de Lisboa. Todo para escapar del iris. Lo más habitual aún, afirma, eran viajes desde la esquina norte, desde pueblos como Vigo. “Hace tres semanas llevé a un matrimonio de 60 años del centro comercial a un buen restaurante en Braga. «El hijo les había pagado el alojamiento y el hotel para venir a fotografiarle los ojos», comenta.
Algunos recuerdan que la prohibición no tardaría en abarcar toda la península. “Date prisa antes de que lo prohíban”, anuncia un usuario que ofrece viajes de Madrid a Lisboa por 85 euros. “Pagas por la gasolina, eso es todo”.
—¿Y cuándo nos bloquearon el servicio?
—Pues una jodida muy gorda, tío.
Elisa que quieres conservar el Orbe de Worldcoin el mismo día que trabajó como veterano de la empresa. “Dijimos que nos acordamos de todo, que no podemos seguir trabajando”, compartió. En los grupos de Telegram casi a diario alguien se pregunta cuándo la compañía podrá volver a operar en España y ya no se organizan viajes a Lisboa porque el país vecino también está prohibido en Worldcoin el 26 de marzo. A ambos lados de la frontera la fiesta se acabó.
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