China ha revelado un «plan de acción especial» con grandes aspiraciones para impulsar el consumo interno y mitigar los impactos negativos de los recientes aranceles en el comercio. El enfoque de esta estrategia es consolidar la economía del país y asegurar una menor dependencia de las exportaciones, especialmente en medio de las tensiones comerciales con Estados Unidos.
El plan contempla acciones como incrementar los ingresos de los ciudadanos, ofrecer subsidios para el cuidado infantil y ampliar programas como «dinero por chatarra», que alientan a las personas a cambiar artículos antiguos, como coches y dispositivos electrónicos, por efectivo. Estas iniciativas son parte de las estrategias gubernamentales para reactivar una economía que ha mostrado señales de desaceleración en varios sectores importantes.
El primer ministro resaltó hace poco la importancia de asegurar que la economía del país progrese con estabilidad, describiéndola como un «gran barco» que debe dirigirse hacia un futuro seguro. Este propósito se alinea con la meta de alcanzar un crecimiento económico del 5% para el año actual, un reto significativo considerando el entorno económico global y las presiones internas.
Desafíos económicos y disputas comerciales
Obstáculos económicos y tensiones comerciales
La economía china enfrenta múltiples dificultades, incluyendo un bajo nivel de gasto de los consumidores, un mercado laboral incierto y una prolongada recesión en el sector inmobiliario. A esto se suman los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos, que duplicaron las tarifas sobre las importaciones chinas al 20%. En respuesta, China aplicó aranceles de represalia, afectando principalmente a productos agrícolas provenientes de Estados Unidos.
Uno de los desafíos más persistentes es la deflación, que desincentiva el consumo al crear expectativas de una reducción constante en los precios. Durante febrero, el Índice de Precios al Consumidor descendió un 0,7% en comparación con el mismo mes del año anterior, alcanzando su nivel más bajo en más de un año.
Manufactura y medidas de estímulo
Aunque existen desafíos, algunos indicadores económicos muestran signos favorables. La producción industrial creció un 5,9% durante los dos primeros meses del año, superando las expectativas iniciales. Este avance refleja la actividad en sectores como la industria manufacturera y la minería, que han sido estimulados gracias a las medidas de apoyo implementadas por el gobierno.
El esquema de «dinero por chatarra», que promueve el cambio de vehículos y aparatos antiguos, es una de las iniciativas clave para estimular el consumo. Del mismo modo, los subsidios para la atención infantil tratan de aliviar las cargas económicas de las familias, promoviendo un gasto más equilibrado en el ámbito doméstico.
Mirada hacia el futuro
Perspectivas a futuro
El gobierno chino enfrenta el reto de equilibrar sus ambiciones de crecimiento con las dificultades económicas internas y las presiones externas derivadas de la guerra comercial. Si bien las medidas anunciadas tienen el potencial de generar un impacto positivo en el corto plazo, los analistas subrayan que será crucial abordar problemas estructurales como la deflación y la dependencia de las exportaciones para garantizar una recuperación sostenible.
Con este plan, China busca demostrar que puede adaptarse a un panorama económico global cambiante, fortaleciendo su economía interna y reduciendo su vulnerabilidad frente a factores externos. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas dependerá de su implementación efectiva y de la capacidad del gobierno para superar los obstáculos que limitan el crecimiento.