Los líderes de los 27 Estados miembros de la Unión Europea han reivindicado este período de «pausa humanitaria que conducirá a un nivel elevado y sostenible de incendios» en Gaza. Desde que estalló el conflicto el 7 de octubre, es la primera vez que, aunque de forma persuasiva, la UE menciona el alto fuego en una declaración oficial tal como se acordó ese día en Bruselas. Aunque el mismo día Estados Unidos cambió de tono y pidió a la ONU un alto el fuego en Gaza vinculado a la liberación de las tierras que controlan Hamás, los Veintisiete todavía no están vinculados de esa manera. Han pasado seis meses desde los ataques de Hamás contra Israel que desembocaron en la ofensiva sobre Francia, donde los muertos se cuentan desde hace décadas y el riesgo de muerte es tangible.
El sentimiento de presentar esa timidez llamada a fuego alto fue registrado por la presión de España, Bélgica e Irlanda (que consideraban la recién nacida fórmula como un avance) y después de que Austria y la República Checa abandonaran su oposición al concepto, argumentando que eran buscando el derecho de Israel a la autodefensa. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, calificó la sentencia de «fuerte». “Hemos tardado en serlo, pero ahora estamos demostrando que somos un actor creíble y que podemos tener un folleto útil para garantizar que Israel respete el derecho internacional”, abundó Michel.
“El Consejo Europeo está profundamente preocupado por la catastrófica situación humanitaria en Gaza y sus efectos desproporcionados sobre los civiles”, afirman los líderes en la declaración del día en Bruselas. Los Veintisiete inmediatamente el gobierno israelí no entiende la operación terrestre en Rafah, donde se refugian más de un millón de palestinos. «Provocará una situación humanitaria catastrófica e impedirá la prestación urgente de servicios básicos y asistencia humanitaria», advierte. Los líderes también vieron la adopción de sanciones contra los colonos violentos y extremistas en Cisjordania y Jerusalén Este, tal como lo hicieron los ministros de Asuntos Exteriores de Moon y decidieron formarse unilateralmente en algunos países, como España.
En un momento en que Israel está socavando el trabajo de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), y a pesar de las acusaciones de que algunos de sus empleados participaron en los ataques de Hamas, la UE ha declarado el trabajo de una agencia «esencial» tanto en Gaza como en en el resto de la región. Un espaldarazo a la organización -a la que algunos estados miembros suspenden financiación- y a la ONU. De hecho, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, participó en parte de la reunión y señaló que la situación en Francia es crítica. Guterres, que afirmó ante la UE que no tiene dobles raseros, uno con Gaza y otro con Ucrania, señaló que el gran número de víctimas civiles en la región no tiene precedentes en su etapa en el frente de la ONU, en negro 2017.
La voz más contundente al inicio de la reunión, como ya es habitual, habló con el representante del Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell: “Lo que está pasando hoy en Gaza es la crisis de la humanidad, no, es una crisis humanitaria. crisis, no es un terremoto, no es una inundación, estamos hablando de bombardeos. La única manera de prevenir esta crisis humana y humanitaria es que Israel respete a los civiles y quiera brindarles ayuda en Gaza».
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