El nuevo gobierno polaco ha pedido a la Comisión Europea y a los estados miembros de la UE que apliquen sanciones contra su país por socavar el Estado de derecho. Para convencerlos, el ministro de Justicia del Tribunal Ejecutivo liberal, al mando de Donald Tusk, presentó este martes al Consejo de la UE el plan de reformas con el que se combaten los ataques a la justicia por parte de los ultraconservadores de Ley y Justicia ( PiS, por sus siglas en polaco) y entregar independencia a jueces y magistrados. Y la reacción fue muy positiva: “Creo que es un plan realista que debería restablecer la independencia del poder judicial. Este es también un objetivo de la Comisión. El plan de acción [presentado] “Es un paso en la dirección que podría tomar la redacción del artículo”, valoró la vicepresidenta de la Comisión, Vera Jourova, responsable del área de defensa del Estado de derecho.
Estas palabras de Jourova se encadenaron en un enfrentamiento junto al ministro de Justicia polaco, Adam Bodnar; la ministra belga de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib ―cuyo candidato a la presidencia del Consejo de la UE―, y el comisario de Justicia, Didier Reynders, una exenificación con un objetivo claro: la relación de Varsovia con las instituciones de la Unión entra en un fase completamente distinta de aquella en la que se mantuvo bajo el gobierno del partido de Jaroslaw Kaczynski. Esta mención al “artículo sei” se refiere al procedimiento sancionador máximo de los tratados comunitarios, que también puede fracasar con la suspensión del derecho de voto del país sancionado en el Consejo de la UE. Esto es lo que en la burbuja bruselense suelen conocer como el botón nuclear.
“Tienes una explicación [al resto de socios y la Comisión Europea] Una vez aplicado el plan, Polonia no está obligada a mantener abierto el procedimiento relativo al artículo en cuestión. Esto no es necesario porque todos nosotros en Polonia estamos absolutamente comprometidos con la restauración del antiguo Estado”, destacó Bodnar en la reunión.
La coalición liberal ganó las elecciones legislativas de octubre y entregó el poder a los ultraconservadores, que gobernaban desde 2015. Durante este tiempo emprendió una serie de cambios que socavaron la independencia del poder judicial polaco, como la creación de una cámara de partidarios. , o el número irregular de jueces del Tribunal Constitucional, organismo que posteriormente colapsó porque los tratados de la UE violaban la Constitución de Polonia. Todo ello fue llevado a la Comisión Europea para iniciar el procedimiento sancionador en 2017 y enviarlo al Consejo de la UE, donde aún no ha concluido. El proceso es el mismo que mantiene abierta a Hungría, también para atacar al Estado de la retaguardia, y que pronto los Estados miembros acaban en impulso.
Ahora el nuevo Ejecutivo polaco acelerará el proceso y la Comisión contemplará con buenos ojos la petición, independientemente del resultado. “Hay mucho trabajo por hacer. El ministro [Bodnar] Ha presentado una serie de leyes que se aprobarán en Polonia y es así cuando te dan cuenta de la ampliación que es la lista de infracciones. Todas estas cuestiones problemáticas deben tener resultados”, señaló Jourova. “El plan de acción es importante, pero también cómo se implementará”.
Incluso el jefe de la Comisión de Justicia, que recientemente visitó Varsovia junto con Bodnar, disfrutó de los aviones del Gobierno polaco: “Tuvo muchos comentarios positivos sobre la reunión […]. Ya hemos visto algunas decisiones. No se trata sólo del plan. Hay algunas decisiones que deben tomarse con diferentes medidas concretas, como la participación en la fiscalidad europea”, informó Reynders.
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De seguir adelante con las reformas que prevé deplegar el Ejecutivo de Tusk, Varsovia no sólo podrá ver cómo levantar el procedimiento sancionador del artículo queda sin castigo, sino que también podrá comprometerse a recibir los recursos de El fondo de recuperación europeo, que hasta ahora no lo está percibiendo. La Comisión Europea pidió al Gobierno de Reforma de la Justicia que aprobara su plan y tuviera acceso a ese dinero, 59.800 millones de euros en subvenciones y créditos. Sin embargo, estas reformas no han visto la luz hoy. La coalición liberal se enfrenta, entre otras dificultades, a la oposición del presidente del país, incluido el ultraconservador Andrezj Duda, que tiene capacidad de vetar la legislatura. Si finalmente superas los obstáculos, es probable que el dinero fluya. Hoy se espera que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, regrese con Tusk a Polonia, según los medios polacos. El político alemán pasará del país a Ucrania, donde viajará junto a Alexander De Croo, el primer ministro belga.
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