Cada clic en el navegador está sujeto a algún tipo de escrutinio, ya sea en busca de cookies inocentes o de la capacidad de un tercero para ocultar otros intereses. De otra forma, nuestra privacidad puede estar en juego. ¿Podemos adoptar medidas de protección que garanticen un cierto anonimato en las sesiones de navegación web? Los navegadores incorporan modos desconocidos, aunque no ofrecen toda la privacidad que requieren.
Navegar sin las debidas precauciones permite que las cookies y otros registradores recopilen una cantidad importante de datos personales. Estos datos, que se recogen en el menú sin un consentimiento claro, pueden utilizarse para crear perfiles detallados, dirigir publicidad específica o, en el peor de los casos, venderse a terceros.
La falta de protección durante la navegación nos hace entender que nuestros datos están siendo interceptados, especialmente en redes Wi-Fi públicas, donde un delincuente podría espiar nuestra actividad y adquirir información crítica. Incluidos en una red privada, sin las configuraciones de seguridad adecuadas, los proveedores de servicios de Internet pueden rastrear y registrar nuestra actividad. “Si utilizamos una red wifi pública, la información sobre nuestra navegación podría ser accesible por terceros con acceso a esa misma red”, recuerda Fernando Suárez, presidente del Consejo de Escuelas Superiores de Ingeniería Informática de España, quien alerta del asimio de la seguridad limitación que ofrecen los llamados modos incógnito.
¿En qué consiste exactamente? El modo incógnito en Chrome y el modo privado en Safari están diseñados para brindar un nivel de privacidad a los usuarios mientras navegan por la web. Sin embargo, es importante verificar que estos modos tienen sus limitaciones y no ofrecen total invisibilidad en línea. “La navegación privada puede crear una falsa sensación de seguridad, por lo que no estamos protegidos de virus ni custodiamos los datos que compartimos en esta navegación, como contraseñas o información bancaria. Debemos ser conscientes de que la privacidad que ofrece el modo incógnito sólo afecta al equipo desde el que navegamos, mientras que allí se almacena la información compartida con nuestro proveedor de internet”, explica Suárez.
¿Cómo funciona el modo privado en los principales navegadores?
Al activar el modo incógnito en Chrome, evitas que el historial de navegación, las cookies y los datos de la sesión se almacenen en tu dispositivo. Sin embargo, esta privacidad es parcial, ya que elementos externos como proveedores de servicios de Internet, administradores de red y sus propios sitios web hoy tienen la capacidad de monitorear sus actividades. Además, si durante esta navegación el usuario accede a su cuenta de Google, la empresa podrá vincular la actividad de navegación a su perfil personal, integrándolo con el historial.
De manera similar, el modo privado en Safari evita que el historial de búsqueda y los datos de la sesión se almacenen localmente, pero no hace que la sesión sea totalmente invisible en la web. Los proveedores de Internet y los administradores de red podrán seguir la actividad de la red. Además, si usa iCloud para sincronizar entre dispositivos, su historial de navegación en modo privado puede estar disponible en otros dispositivos conectados a la misma pestaña de iCloud, incluso si no está almacenado directamente en su navegador.
En ambos navegadores, la dirección IP y otros datos de navegación siguen siendo susceptibles de ser rastreados por sitios web y terceros, revelando información que muchos usuarios prefieren mantener en reserva. Por tanto, si bien el modo incógnito y el modo privado son herramientas eficaces para evitar el seguimiento por parte de otros usuarios que utilizan el mismo ordenador o dispositivo móvil, no existen soluciones definitivas para garantizar la privacidad en Internet.
Para reforzar esta protección, es recomendable integrar estas funciones con estrategias de seguridad adicionales: el uso de la VPN (que cifra la conexión a Internet y oculta la dirección IP), junto con la instalación de extensiones del navegador para bloquear radares, son medios eficaces que ayudar a crear un entorno de navegación más seguro y anónimo.
Cómo garantizar una navegación segura
Los expertos recomiendan utilizar servicios VPN para garantizar que toda la actividad de navegación cifrada sea inaccesible, incluso para nuestro proveedor de Internet: “El uso de una VPN es muy recomendable para garantizar que nuestra información no sea accesible por terceros o más allá de los límites de nuestro equipo, ofreciendo una capa de seguridad más que la navegación privada tradicional”, explica Suárez, quien matiza que su uso debe ser “obligatorio” en las redes públicas, si se quiere garantizar un mínimo de seguridad y privacidad.
Además, los usuarios deben asegurarse de que:
- Instalar actualizaciones —mantener el navegador y el sistema operativo actualizados a la última versión cada día—, configurar el navegador para que la versión de los sitios web sea segura y habilitar funciones de navegación privada para evitar el rake y el almacenamiento local de información.
- Utilice extensiones externas con precaución: es mejor seleccionar las extensiones con cuidado, dando prioridad a las de los desarrolladores de seguridad. Algunos de los más populares que mejoran la seguridad son uBlock Origin (rastreador de bloques de manera eficiente), LastPass o 1Password (administradores de sellos robustos), Privacy Badger (controla dónde copiar tus datos en línea) y NoScript o ScriptSafe (protección contra scripts maliciosos). .
En definitiva, la privacidad y seguridad en nuestras sesiones de Internet están garantizadas combinando varios elementos: primero, asegurando la última versión del navegador (los desarrolladores trabajan constantemente para buscar posibles vulnerabilidades); por lo tanto, seleccionar extensiones de desarrolladores confiables que bloqueen rastreadores y software malicioso; y finalmente, el medio más eficaz, el uso de servicios VPN.
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